Entre 1950 y 1982 la industrialización se convierte en el objetivo fundamental de la economía mexicana. Son los años en que el sector manufacturero se vuelve el eje del sistema.
Durante este periodo se impone en México una estructura económica, social y
política que, al final se revelará incapaz de dar respuesta a los reclamos de
distintos sectores de la sociedad.
El desarrollo económico requiere de un aumento sostenido de los salarios y del nivel de vida de la población o, en otras palabras, el aumento de la productividad del trabajo y el ingreso per cápita. Sólo a través de una mayor productividad se puede garantizar mejores niveles de vida de la población. La economía política del nuevo desarrollismo estudia el desarrollismo realmente existente, trata de entender al Estado y a las coaliciones de clase desarrollistas, así como las formas que el capitalismo.
La etapa de “desarrollo
estabilizador” son los quince años que van de la devaluación de 1954 hasta
1970, en los que se alcanzó un alto crecimiento económico, de alrededor de 3.6%
en términos per cápita, estabilidad cambiaria y bajas inflaciones de 2.5% en
promedio similares a las de economías desarrolladas. De 1958 a 1970, el
crecimiento promedio anual del producto interno bruto real (PIB) fue de 6.8%,
mientras que la producción industrial creció 8% cada año. Se trata de un
periodo que también fue de crecimiento para las economías desarrolladas, de
4%anual en términos per cápita, con una inflación de solamente 3.3% en
promedio. Fue una suerte de época de oro del capitalismo, de la que México pudo
participar gracias a sus políticas económicas internas.
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